“¿Tiene algo para declarar?”
“¡Por supuesto que sí! ¡Educación pública y gratuita para todos los hermanos chilenos y latinoamericanos! ¡Juicio y castigo a todos los genocidas! ¡Devuelvan a los nietos! ¡Aparición con vida ya de Julio López! ¡Libertad a Palestina! ¡Basta de guerras! ¡Por un hospital público y gratuito para animales! ¡Educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal para no morir! ¡Yankis go home! ¡No a la megaminería a cielo abierto! ¡Que les devuelvan las tierras a los pueblos originarios! ¡Que el Estado no siga subsidiando a la bárbara iglesia! ¡Aplicación ya de la ley de medios! ¡Liberen a Willy! ¡Encierren a Willy!”, pensé. Pero solo me animé a declarar mi cámara de fotos y mi netbook.